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Cómo cuidar las manos para la escalada

Las manos son una herramienta fundamental en esta disciplina, no importa las horas de preparación y entrenamiento que lleves encima, o la técnica depurada que hayas desarrollado a lo largo de los años, que si tu piel no está en buenas condiciones, puede que tengas que resignarte sin escalar hasta que curen bien tus heridas.

Cada tipo de roca y escalada demandará más o menos de tu piel en según qué zonas, el objetivo es conseguir una piel gruesa, con callo, pero flexible y sana.

La parte de conseguir una piel gruesa (callo) es la más fácil, solo tienes que escalar. La piel es el órgano que más rápido se adapta a las demandas externas. En unas pocas sesiones desarrollarás un callo protector específico del tipo de escalada que estés haciendo. Lo difícil es conseguir que este callo sea flexible, esté sano y no tenga irregularidades.

En el contexto actual en que el magnesio líquido con base hidroalcohólica está muy extendido debido a la pandemia, puede que notes que tu piel tiende a resecarse más de la cuenta, por lo que debes prestar atención a estos consejos.

¿QUÉ HAGO AL LLEGAR A CASA DESPUÉS DE UNA SESIÓN DE ESCALADA?

Primero, elimina el esparadrapo que lleves puesto, lava tus manos al bajarte del roco o la roca y déjalas secar al aire.

Cuando llegues a casa debes tener a mano tu Kit de manicura de escalada. Aunque hay gamas de productos desarrollados específicamente para escaladores, los puedes encontrar en cualquier supermercado o perfumería:

  1. Cortacutículas: Úsalo con cuidado para recortar los pellejitos que hayan podido levantarse e igualar la piel que rodea los pequeños cortes y durezas.
  2. Lima: Utiliza una lima fina con la piel seca y limpia para igualar toda la superficie y dejarla lo más lisa posible (si ves que tu piel empieza a enrojecerse no continúes limando, podrías generar un hematoma).
  3. Jabón: Lava escrupulosamente tus manos, prestando atención a las heridas de alrededor de las uñas para evitar pequeñas infecciones muy dolorosas en esta zona que es extremadamente sensible.
  4. Hidratante: recomendamos uso de crema hidratante cicatrizante, sin formulaciones químicas que puedan irritar tu piel. Si escalas con frecuencia deberías hidratar tus manos todas las noches antes de ir a dormir.

 

¿Y QUÉ PASA SI ME HAGO UN CORTE O LEVANTO UN CALLO ESCALANDO?

Pues es lo más normal del mundo, aunque sea lo que quieres prevenir con todos estos cuidados. En este caso hay que detener la hemorragia aplicando presión constante con un dedo sobre la herida durante 5’.

Si quieres seguir escalando cúbrete la herida con esparadrapo para terminar la sesión. Para vendarte las yemas lo harás desde la punta hacia la mano con una tira fina de esparadrapo. Evita cubrir las articulaciones interfalángicas para no limitar tus movimientos y que el esparadrapo dure más tiempo. Evita el uso de pegamentos. Puedes utilizar algún antiséptico puntualmente antes de aplicar el esparadrapo, no obstante lo más importante para evitar las infecciones es EL AGUA Y EL JABÓN, y mantener la herida libre de humedad.

 

¿Y tú? ¿Tienes algún truco para el cuidado de tus manos?

 

FUENTE: https://rockandjoy.com/

FOTO: @goncaride

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